Además de sustituir los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables y medidas de eficiencia energética, el objetivo de la neutralidad climática requiere más soluciones innovadoras. Otras dos tecnologías clave en el ámbito de la reducción de CO₂ son CCS (captura y almacenamiento de carbono) y CCU (Captura y Utilización del Carbono). A diferencia de la evitación general de las emisiones de CO₂, su objetivo es fijar los gases de efecto invernadero existentes o inevitables antes de que suban a la atmósfera terrestre.
¿Qué es la captura y almacenamiento de carbono?
La CAC es una tecnología cuyo objetivo es capturar, transportar y almacenar permanentemente dióxido de carbono (CO₂) directamente en la fuente de emisiones, por ejemplo en centrales eléctricas o instalaciones industriales. El proceso consta de tres etapas principales:
- Separación de CO₂El CO₂ se filtra de los gases de escape.
- TransporteEl CO₂ capturado se transporta a través de tuberías u otros medios de transporte hasta un lugar de almacenamiento adecuado.
- AlmacenamientoEl CO₂ se bombea a formaciones geológicas subterráneas, como yacimientos vacíos de gas o petróleo, donde puede almacenarse de forma segura.
Ventajas de la CAC
El almacenamiento permanente de CO₂ evita que se liberen a la atmósfera grandes cantidades de gases nocivos para el clima. Esto es especialmente importante para las industrias difíciles de descarbonizar, como los sectores cementero, siderúrgico y químico. En este caso, la CAC puede desempeñar un papel clave en la reducción de emisiones allí donde el uso de energías renovables por sí solo no sea suficiente.
¿Qué es la captura y utilización de carbono?
A diferencia de la CAC, la UCC se centra en el reciclado del CO₂. El dióxido de carbono capturado no sólo se captura, sino que también se utiliza como materia prima en diversas industrias. Algunos ejemplos de aplicación de las tecnologías de CCU son
- Industria químicaEl CO₂ se utiliza para producir combustibles, plásticos o productos químicos.
- Industria de la construcciónEl CO₂ puede incorporarse al hormigón, lo que también aumenta la resistencia del material.
- Industria alimentariaEl CO₂ se utiliza en la producción de bebidas gaseosas o en la conservación de alimentos.
Ventajas de la CCU
CCU apoya la economía circular convirtiendo el CO₂ en productos que pueden utilizarse económicamente. Esto no solo elimina CO₂ del aire, sino que también crea nuevas oportunidades de negocio para la industria. Sin embargo, el CO₂ puede liberarse posteriormente cuando estos productos se eliminan o incineran.
CCS y CCU: diferencias y similitudes
Tanto la CAC como la UCC tienen como objetivo reducir la cantidad de CO₂ en la atmósfera, pero se diferencian en términos de Efectos a largo plazo. Mientras que la CAC almacena el CO₂ de forma permanente en formaciones geológicas, en la UCC se reutiliza y suele permanecer en el ciclo económico. No obstante, en función del producto final, puede volver a liberarse.
Sin embargo, ambas tecnologías se consideran la clave de la neutralidad climática, ya que actualmente muchas industrias siguen sin poder convertir sus procesos y su producción para que sean neutros desde el punto de vista del CO₂. Esto se aplica en particular a sectores como la producción de acero y cemento, que producen inmensas cantidades de CO₂. La CAC y la UCC ofrecen aquí soluciones adicionales para minimizar las emisiones de CO₂ y alcanzar así el objetivo de emisiones netas cero. Según expertos como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), estas tecnologías son indispensables para alcanzar los objetivos climáticos mundiales.
En Alemania, los requisitos para la CAC y la UCC se definen en la Ley Federal de Control de Inmisiones y la Ley de Almacenamiento de Dióxido de Carbono (KSpG), ambas en proceso de modificación. Ambas leyes regulan, por ejemplo, los procedimientos de aprobación para la construcción de la infraestructura necesaria, las tuberías de CO₂ y las normas de seguridad. Todos los puntos clave se resumen en la llamada Estrategia de Gestión del Carbono.
Desafíos y críticas
A pesar del potencial de las tecnologías CAC y UCC, existen algunas críticas y retos. Ninguna de las dos se ha desarrollado aún plenamente ni se ha probado a largo plazo. En Alemania, hasta ahora sólo ha habido un proyecto piloto de almacenamiento de CO₂ en Brandemburgo, y en Europa sólo Noruega es uno de los pioneros mundiales. Los Países Bajos están preparando actualmente instalaciones de almacenamiento de CO₂ de mayor tamaño. Los expertos creen que las mayores capacidades europeas de almacenamiento se encuentran bajo el Mar del Norte.
Uno de los principales puntos de crítica es la elevada Coste y gasto energético. Todo el proceso, desde la captura y el transporte hasta el almacenamiento o la reutilización del CO₂, es técnicamente complejo y requiere mucha energía. Los críticos sostienen que estas tecnologías sólo tienen sentido desde el punto de vista económico si el precio del CO₂ es lo suficientemente alto o si se conceden cuantiosas subvenciones. Esto plantea la cuestión de si la carga financiera es sostenible a largo plazo, especialmente para países o empresas con recursos limitados.
Otro problema es que CCU No es una solución permanente ya que el CO₂ suele estar ligado a los productos durante poco tiempo y puede volver a liberarse más tarde. También preocupa la seguridad a largo plazo del almacenamiento de CO₂ con CAC. Existe el riesgo de que el CO₂ almacenado se escape con el tiempo.
También preocupa que la CAC y la UCC puedan retrasar la transición a las energías renovables, ya que podrían servir de pretexto para seguir utilizando incuestionablemente los combustibles fósiles. También se critica la eficacia limitada de la CAC, ya que sólo una cantidad relativamente pequeña de CO₂ queda ligada permanentemente en los productos.
Conclusión: la CAC y la UCC como tecnologías de futuro
A pesar de estas críticas, las tecnologías CAC y UCC son tecnologías importantes para reducir las emisiones de CO₂ y ofrecen soluciones innovadoras para las industrias que dependen en gran medida de los combustibles fósiles. Contribuyen a combatir el cambio climático y ofrecen oportunidades económicas a través del reciclaje del CO₂. Sin embargo, ambos enfoques se enfrentan a grandes retos: Los elevados costes, la complejidad técnica y las incertidumbres sobre la viabilidad y la seguridad a largo plazo son cuestiones críticas. También existe el riesgo de que retrasen el cambio a las energías renovables. No obstante, la CAC y la UCC desempeñan un papel fundamental en el camino hacia Descarbonización y hacia un futuro más sostenible.